El hombre del Palenque, conocido también como el señor Pakal. La historia de este ser se remonta unos 12.000 años, en el corazón de la civilización maya.
En 1949 se descubre en un templo, bajo una escalera de cuarenta y cinco escalones, un sello oculto que daba a la tumba del señor Pakal, el arqueólogo Alberto Ruz Lhuilliera, que después de más de un año de excavaciones encontró una losa de forma triangular, que tapaba la espectacular cripta que contenía una gigantesca y espectacular lápida, tapando el sarcófago donde yacía el señor Pakal. Lo interesante de este descubrimiento es que la lápida estaba llena de símbolos y tenía el dibujo del supuesto difunto, colocado en una especie de aparato volador con el cabello ingrávido (como estaría un astronauta sin su casco), sentado en una especie de silla con cinturón de seguridad y con los pies apoyados en unos pedales y controles al frente. La altura promedio de los mayas era de aproximadamente 1,50 metros y el señor Pakal medía 1,70 metros. Eso hace pensar que no era maya.
Pero los mayas enterrados en templos eran normalmente celebridades. ¿Qué hizo pensar a los mayas que el señor Pakal era una celebridad? Todo eso hace pensar que este individuo era un ser extraterrestre que aterrizó en territorio maya y compartió con ellos distintos conocimientos, hasta el punto de ser considerado una deidad.
En 1969 la NASA encontró 16 puntos coincidentes entre el dibujo de la lápida y el módulo de mando de una cápsula espacial contemporánea. No cabe duda de que la imagen esculpida es la representación de un astronauta dentro de un módulo espacial fuera de la atracción de la atmósfera terrestre.
Dibujo de la lápida hallada en Palenque.
Entre las coincidencias que tiene esta lápida con una nave espacial, se pueden mencionar:
1- En la nariz de Pakal se puede observar un especie de aparato que serviría como respirador y cumpliría la función del casco de un astronauta.
2- En la parte delantera se ven botones y palancas.
3- El cabello ingrávido, como estaría un astronauta sin el casco.
4- En la parte trasera del aparato se distinguen claramente las llamas producidas por la nave.
SU TUMBA
Pasaron trece siglos para que un ser humano volviera a posar su miradaen la tumba del rey Pakal
Hace mil 300 años un séquito acompañó los restos mortales del gobernante maya K’inich Janaab’ Pakal para ser depositados en una cripta, al interior del Templo de las Inscripciones, en la antigua ciudad de Palenque, en Chiapas.La ciudad prehispánica de Palenque estuvo habitada del año 100 a.C. al 900 d.C. y que fue descubierta en 1784, después de más de 800 años de abandono. Los hallazgos más sorprendentes ocurrieron en 1952, cuando el arqueólogo Alberto Ruz Lhuillier descubrió la tumba de Pakal, uno de los gobernantes más importantes de este lugar, en el interior del Templo de las Inscripciones, y el registrado en 1994 cuando el arqueólogo Arnoldo González descubrió la tumba de la Reina Roja, posible madre o esposa de dicho soberano maya.
El dignatario maya
Los estudios más connotados señalan que K’inich Janaab’ Pakal nació el 28 de marzo del año 603 d.C. Ascendió al trono a la edad de 12 años y encabezó uno de los gobiernos más largos y prósperos en toda la historia de la antigua metrópoli maya.
Gobernó Palenque a partir del año 615 d.C.; en 675 se casó con Ix Tz´akb´u Ajaw, con quien procreó al menos tres hijos, dos de los cuales le sucedieron en el trono.
A su muerte, ubicada hacia el año 683 de nuestra era, sus restos fueron colocados en una cámara de siete metros de largo por 3.73 metros de ancho, adornada con jeroglíficos pintados de rojo y con relieves esculpidos en los bordes y en la parte superior de la gran losa que sella el sarcófago.
En el interior, el gobernante fue colocado con una máscara que le cubría el rostro y su ajuar funerario, conformado por sus anillos de dignatario y numerosas joyas de jadeíta.
En las paredes de la cripta, figuran en relieve nueve personajes ricamente ataviados, que fueron identificados como Los Nueve Señores de la Noche, elaborados en estuco ─material semejante a la cal─ que fueron los guardianes de Pakal y los regentes de los nueve niveles del inframundo maya.
Alberto Ruz Lhuillier y su encuentro con Pakal
"En el momento de pasar el umbral tuve la extraña sensación de penetrar en el tiempo, en un tiempo que habría sido detenido mil años antes", exclamó el arqueólogo Alberto Ruz Lhuillier al descubrir la Tumba de Pakal, uno de los hallazgos más notables en la historia de la arqueología precolombina.
A 71 escalones abajo del vestíbulo del Templo de las Inscripciones, el edificio más emblemático de la antigua ciudad maya de Palenque, Ruz Lhuillier localizó, el domingo 15 de junio de 1952, la cripta del gobernante más importante de esa ciudad. Debieron pasar trece siglos para que un ser humano volviera posar su mirada en la tumba del rey Pakal.
El descubridor descansa frente a su hallazgo
"Entré a la misteriosa cámara con la extraña sensación de ser el primero que pisaba los escalones de la entrada en mil años. Traté de verla con los mismos ojos con que la vieron los sacerdotes de Palenque al dejar la cripta; quería borrar los siglos y escuchar la vibración de las últimas voces humanas: me esforzaba en comprender el mensaje que los antiguos mayas nos habían dejado inviolado. A través del impenetrable velo del tiempo, buscaba el imposible lazo de unión entre sus vidas y las nuestras".
Así fue como describió su hallazgo Alberto Ruz Lhuillier, el científico francés que adoptó la nacionalidad mexicana en 1935 y fue el primer alumno en obtener el grado de arqueólogo que se concedió en la Escuela Nacional de Antropología del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), en 1945.
Ruz obtuvo fama mundial por los trabajos que realizó en el Templo de las Inscripciones, donde cumplió el sueño que anima a sus colegas: un gran hallazgo. A partir de entonces, definió su interés por la arqueología maya, encabezó diversos programas interdisciplinarios en las ciudades de Palenque, Chiapas y en Uxmal, Yucatán, entre otras.
Finalmente, al momento de su deceso en 1979, en reconocimiento a su labor y por decreto presidencial, las cenizas de quien nos abrió la puerta de la cripta de Pakal fueron depositadas a unos metros de quien fuera el mayor dignatario de la ciudad prehispánica de Palenque.
Palenque
La Zona Arqueológica de Palenque, declarada por la UNESCO como Patrimonio Mundial desde 1987, y se explica el significado del nombre maya, el cual significa "estacada o lugar de empalizada", que fue tomado de un poblado fundado por los españoles a su llegada en el siglo XVI, ya que su nombre original se desconoce.
Por Favor! eso del Astronauta! Pakal es un MAYA DE CARNE Y HUESO!
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